Paseando a la luz de la luna

Una figura oscura y siniestra paseaba por los oscuros callejones de la ciudad, oculto por su sombrero y gabardina, el señor demoniaco paseaba tranquilamente. Acababa de elejir el camino de la libertad, dando la espalda a su padre y a todo su linaje, pero él necesitaba tiempo para disfrutar de su juventud y los placeres de la vida. No sabía a donde ir, ni como vivir en ese mundo pero como siempre hacía, iba a improvisar.

Se sentó en uno de los muchos portales que había en ese callejón y se puso a pensar la manera de vivir en ese nuevo mundo.

Vestida con una atrevido vestido color negro caminaba por la calle, el frio no me incomodaba y el calor tampoco. No pretendia nada, pero me gustaba ver las cara de algun que otro hombre perdida en mi escote o en alguna otra parte de mi cuerpo. Ninguno de ellos era lo suficientemente bueno para mi. Era selectiva con mis amorios, no ibamos a negarlo.
Un figura capto mi atencion, iba con gabardina. Cualquiera diria que quisiera pasar desapercibido. No era humano eso, estaba claro.
Me fui acercando a el, lentamente.

-Bueno, sé que en este mundo se vive gracias a el dinero, viven en casas y tienen trabajos que les dan dinero.-dijo mientras entrelazaba sus manos-Vale, lo primero es conocer mas a fondo la ciudad y así podré encontrar trabajo, que me llevará a dinero y que me llevará a casa-al acabar de hablar notó una presencia que se iba acercando poco a poco.

Se levantó de golpe del suelo del portal y dirigió su mirada a una silueta de bellas curvas que se acercaba hasta ahí, su instinto le decía que no era una humana corriente y que era una mujer. Esperó un poco mas para verla del todo

Su monologo de pensamientos interiores me sorprendio, los humanos claramente no hacian eso. Aunque mis larga existencia ya habia visto de todo y casi nada me sosprnedia. Cuando se levanto sali a la luz, mostrandome tal y como iba. No tenia que ocultar lo que era, y menos ante otro ser "sobrenaturl".
-Es extraño ver a un demonio pensando en cosas tan materiales como el dinero.

Cuando la luna ilumino exactamente el lugar donde se encontraba la mujer misteriosa, dejó ver a toda una belleza en su esplendor. Los ojos del demonio se abrieron un poco mas para captar captar cada parte de la mujer que se le presentaba, pero notó enseguida que era una diosa, una enemiga de los demonios, pero él no era un demonio normal.

-Es extraño ver a la diosa de la belleza en un callejón oscuro y tenebroso como este-dijo respondiendo de la misma forma que ella-El dinero es necesario en este mundo, en el mio eran cuantas personas y criaturas habias matado y torturado-dijo con total franqueza, ya que ella sabía que él era un demonio.

Dió poco a poco unos pasos para acercarse a la mujer, pero sin llegar a estar cerca de ella, sus ojos volvieron a la normalidad ya que ya había visto lo que quería.