Vale, el infierno estaba aburrido. ¡No había humanos a quienes torturar! Últimamente las bajas entre ellos habían caído en picado y ya no tenía almas en pena vagando por allá. Además de eso estaba el demonio fugitivo, directo al mundo de los humanos a "vivir la vida" Nah... Esta vez, en lugar de mi apariencia de reina, con las trenzas por el suelo, iba vestida como una simple humana, con el pelo corto y los ojos repintados como hacían las hembras de esa especie. El faro parecía una buena opción y por eso caminé hacia allá ligera, medio volando medio caminando.