Las flores olian bien, tenian un perfume particular que nadie ni nada podia igualar. Se podria decir que me gustaban, no, mejor dicho me encantaban. Habia bastantes cosas que podria decir que me gustaban aunque mi orgullo normalmente podia mas y hacia que no lo mostrase abiertamente.
Una flor que me gustaba, quizas la que mas. Era sin lugar a dudas el tulipan. Me gustaba su forma pequeña y redondeada de vivos colores como naranjas y rosas.
Caminaba despacio, con los ojos entrecerrados. El pelo suelto, dejando que el aire lo moviera a su antojo y sintiendo su sueve roce en mi rostro.
El suave murmullo de las hojas y la hierba al doblarse ante la fuerza de algo mayor me hizo abrir los ojos y visualizar a otra chica. Su tridente. Eyra, diosa del mar sin lugar a dudas. Me acerque a ella despacio, no tenia prisa alguna.
off: se supone que todos los dioses nos conocemos no¿?